martes, 20 de noviembre de 2012

Soledad


  ¿Debería preocuparme la coincidencia de alguno de mis sentimientos con los sentimientos de un ser desequilibrado que no acaba de encontrarse? Es la impresión que se me queda después de transcribir este pasaje de "La carpeta roja".

  "Se me ocurre buscar la palabra soledad en el diccionario. Solemos conocer lo que quieren decir las palabras y las identificamos razonablemente, pero cuando pretendemos definirlas con minuciosidad es fácil que dudemos de su significado exacto. Empezamos a poner ejemplos, a buscar las aplicaciones que tienen y el uso que se les da. Creo que con soledad no habría demasiadas dificultades a la hora de explicar que es ese estado de melancolía por la muerte o ausencia de una persona querida o la pérdida o la falta de una cosa. Seguro que cualquiera hubiera sabido explicar que soledad es ese estado de tristeza que nos embarga cuando miramos a un lado y a otro y no hallamos a nadie, o hallamos a muchas personas ocupadas con otras personas que son más simpáticas y más divertidas y tienen más cosas que ofrecer que uno mismo. Yo podría añadir, además, que la soledad es una forma de desánimo. Y también que es una sensación muy acusada de estupidez por no saber escoger a las personas adecuadas o los lugares más idóneos donde refugiarnos. Él dice que no pasa nada por equivocarse. También dice que no debería equivocarme tanto, si conozco tan bien a las personas, si adivino tan rápidamente de qué pasta están hechas. Claro que las conozco, le digo; y también le digo que no puedo ir por la vida alejándome siempre de los lugares concurridos sólo porque casi nadie me gusta y de casi todos desconfío. Le digo que a pesar de sentir las singularidades de los seres humanos muy dentro de mí, como si me inocularan sus esencias y me impregnaran de sus naturalezas, doy varias oportunidades para que me desmientan y me desdigan de mis opiniones primeras, y me corrijan las impresiones cuando son desfavorables; que prefiero darme los batacazos que me doy, sólo para no sentirme intransigente y quizá injusta ocasionalmente, si es que alguna vez llegara a darse esa equivocación. Hasta la fecha siempre he calibrado muy bien los sentimientos de las personas que tengo delante, pero debo esperar a que se manifiesten abiertamente y a verlos actuar para poder decirles lo que son, dejando que se vayan dando los hechos que lo demuestren irrefutablemente y sin paliativos; si me adelanto y expreso alguna opinión, lo normal es que me digan que me equivoco, que exagero o que no tengo ni idea, y yo sé que no hay manera de probar las impresiones, ni mías ni de nadie. Las impresiones, las sensaciones o emociones no se pueden probar, sólo se saben y se sienten en lo más hondo del alma, yo las siento y las sé.
  "Le digo que la soledad es un sentimiento de tristeza que entra cuando se mira alrededor y se ven vacíos y más vacíos rodeándolo a uno. Él dice que hay que mirar muy bien y con mucha atención lo de mi sentimiento de soledad. También dice que tengo gente cerca. Yo le digo que sí, pero que es muy poca. Me mira con extrañeza. Le explico que es muy poca para los esfuerzos que hago. Le digo que hago muchos esfuerzos y obtengo muy pocos resultados. Le digo que la gente tiende a huir de mí. Él me dice que él no huye de mí. Yo le digo que él no puede huir de mí, es un trabajo que tiene que realizar: curar las mentes enfermas de personas desequilibradas o heridas emocionalmente.Él dice que sí puede, si quisiera, que nadie podría impedírselo, que para librarse de mi presencia bastaría con decir que ya no hay nada que pueda hacer por mí".
  Algunas veces te entiendo tan bien, amiga desconocida, triste figura que pareces una víctima de este tiempo de tanta exhibición bobalicona y sin embargo tan escasa atención por los seres humanos que tenemos enfrente.

1 comentario:

  1. Espero que jamás sientas soledad en tu vida... Un abrazo, y como siempre, encantado de leerte :o)

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