martes, 11 de agosto de 2015

Las imposibles memorias
















Las memorias son casi siempre imposibles, o tan improbables como inexactas, o tan tendenciosas como interesadas. 
Por más que se afane el escritor en resultar fiel a la realidad absoluta que tenga en la memoria, lo más probable es que sólo vea su realidad, casi nunca la realidad.
¿Mala índole? ¿Intenciones aviesas de tergiversar a conciencia? No, sólo perspectivismo, esa peculiaridad del cerebro que hace que la realidad se pueda contar desde distintas perspectivas, que no son más que los puntos de vista que les son propios a quienes se sitúan en una posición determinada.   
"Voy a contar lo que recuerdo, lo que me quedó, no lo que ha pasado", decía C.G.Jung.
La tristeza rememora la tristeza; la alegría recuerda la alegría; el amor evoca el amor.
No es justo, pues, hablar de memorias, sino de sensaciones y emociones que llenan páginas y páginas y conforman la literatura. La literatura, no la verdad, casi nunca la verdad absoluta, sino casi siempre la cara de la verdad que cada escritor ve desde su rincón. 















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