Si yo fuera ella, no dejaría que nadie me pastoreara. Sí, porque me da la impresión de que busca que la guíen, y si alguien se deja guiar en exceso, me figuro que acabará por terminar dependiendo demasiado de opiniones y actuaciones ajenas. Quizá lo que pretenda, en realidad, es la aprobación, y no tanto la guía, quién sabe, y entonces la entiendo un poco mejor, para sentirse menos sola, menos rara, menos fuera de órbita.
"¿Verdad que es una tontería pedirle a alguien
que no se disguste por algo que le disgusta? ¿Verdad que no está bien pretender
que los seres humanos seamos máquinas capaces de discernir y dilucidar
justamente cuando más confundidos y embarullados estamos? Yo creo que los
defectos que tenemos son la cruz de la moneda que representamos, la que en su
faz muestra el aspecto luminoso y positivo que todos quisiéramos exhibir. Él
dice que tengo razón, que somos vulnerables, falibles y frágiles. Yo le digo
que vaya consuelo. Él dice que así son las cosas, y que si fueran de otro modo
no estaríamos hablando de emociones y reacciones, sino de algo absolutamente
opuesto a la humanidad. Le pregunto por la posibilidad de obtener algún remedio
que me consuele y me libere de tanto dolor. Me responde con otra pregunta: ¿es
que quiero dejar de ser yo? Pues a lo mejor sí, le digo, a lo mejor quiero
dejar de ser yo. A lo mejor el intríngulis está en el hecho de que quiero dejar
de ser yo porque no me gusto ni me acepto ni me comprendo ni me veo con
capacidad para sobrellevarme indefinidamente por este puñetero valle de
lágrimas en el que nos obligan a estar sin comerlo ni beberlo. A lo mejor lo
que quiero es ser otra persona más dura, más alegre, más entera, más
insensible… Él dice que quizá no vale la pena hacer desaparecer el dolor, ni
siquiera mitigarlo. Yo creo también que hay que pasar por todos los estadios del
dolor y del desamor para apreciar mejor lo que somos y lo que tenemos,
suponiendo, claro, que deseemos seguir adelante con la vida, a pesar de todo.
El problema, digo, es que no sé si quiero seguir con esta vida que tengo y no
entiendo. No sé si es bueno aceptar que ya que estamos aquí hay que seguir. Es
como si un conductor supiera que ha errado el rumbo y continuara haciendo
kilómetros y más kilómetros pese a saber que se ha equivocado. ¿No deberíamos
tener la posibilidad de dar marcha atrás, volver sobre los pasos equivocados? Y
se puede, dice él. Yo no lo creo, pero prefiero no decírselo. Hay veces que me
siento muy cansada para expresar sentimientos y además explicarlos o
defenderlos.
'Todavía no sé si es bueno o malo desear la
muerte de alguien. Él no suele responderme, se limita a hacerme preguntas que
me parecen retóricas. Cuando hablo me escucha con atención. Yo le digo que
porque es su deber. Él dice que podría no hacerlo. Yo le digo que es su
obligación. Él dice que no, que bastaría con decir que no puede hacer nada por
mí.
'No sé si podrá hacer algo por mí. No sé si me
servirá de escape a la sinrazón que me perturba. Le digo que me consuela ser
escuchada, pero le oculto que me avergüenza un poco que sepa tantas cosas de
mí. Le digo que nadie sabe tantas cosas de mí como él. Él dice que no sabe
tantas cosas, en realidad. Creo que sabe que le oculto mis más íntimos dolores.
Las personas queremos ser estupendas y contar triunfos y no derrotas. Las
personas somos más orgullosas que valientes, y cuando nos lanzamos a llorar en
hombros ajenos es porque tenemos la autoestima enterrada miles de metros bajo
tierra. Él dice que es una pena que las personas que podrían elevarme la moral
reconociendo mis méritos y virtudes no se den cuenta de lo que hay dentro de
mí. Le digo que no me importa demasiado estar sola y ejercer además de
solitaria. Él dice que me contradigo. Me recuerda las veces que le he dicho
cuánto me duele que no me hagan caso. Ya lo sé, y sé también que otras veces le
he dicho que prefiero ir a mi aire. Pero no es del todo verdad. No me gusta que
algunas veces algunas personas me eviten o me ignoren. Le digo que la gente
tiende a ignorarme. Él dice que eso no puede ser del todo cierto. Yo le digo que está en su papel de hacerme ver
(intentarlo, al menos) que no soy tan rara como me veo yo misma y creo que me
ven los demás."
¿No somos todos un poco raros, al fin y al cabo?
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